Los 7 “¿ por qué?” de los niños que van a Cuba

Los niños son famosos por sus ocurrentes y graciosos “¿por qué?”, pero evidentemente, Cuba es una escuela y quienes viajan a Cuba -sobre todo los niños-  se llenan de preguntas con respecto a las sutiles complejidades de esa sociedad.Cuba 097

Siendo cubana, yo regreso a Cuba cada año con mi hijo, Dennis, a ver a mi familia. Pero nosotros vivimos en Canadá, donde la vida, la comida, el clima, la cultura, la gente y hasta el aire que se respira, es inmensamente diferente al de Cuba (lea aquí mas sobre la vida de un cubano en Canadá)

Cuando vamos a Cuba nos quedamos en la modestísima casita de mi abuela, que queda en Buena Vista (Municipio Playa, Habana), que es ademas, donde yo nací. Nunca nos quedamos en un hotel. Y en Cuba, Dennis tiene tantos amigos, como los tiene en Canadá.

La diferencia abismal entre sus dos mundos siempre ha generado una gran curiosidadCuba 054 en Dennis, lo cual ha dado alas a ese apetito innato que sienten los niños por entender el “por qué” de sus entornos.

Ya Dennis tiene 15 años y entiende bastante bien las complejidades de Cuba, pero de pequeño, me preguntaba los “¿por qué?” sobre Cuba mas geniales que un niño pueda preguntar. Unos que me hacían reír y otros que me hacían reflexionar y hasta casi llorar.

Hace poco, conversando con una amiga cubana, que también regresa regularmente con su hijo a Cuba, le contaba los geniales“¿por qué?” que Dennis me había preguntado en Cuba a lo largo de los añios. Coincidentemente, ella confirmó que en ocasiones su hijo le había hecho las mismas preguntas sobre Cuba.

¿Serán estos los elementos de la realidad cubana que más les chocan a los niños cuando viajan a Cuba?

No conozco tanta gente que va a Cuba con sus hijos como para confirmar esto como un hecho. Pero para mi hijo, los muchísimos elementos de la realidad cubana que despertaron la llama de su curiosidad se resumen en 7 grandes “¿por qué?” y aquí los comparto con ustedes:

1- “¿Por qué en casa de abuela no hay más que 2 canales de televisión?”

Me moría de la risa cada vez que Dennis se batía con el remoto del televisor de abuela tratando de buscar canales de dibujos animados como lo hacía en Canadá. Y por muchos botones que apretaba del canal 6 caía en el 2 y del 2 caía en el 6. Y rompía el botón de cambiar los canales, pero no encontraba más que dos.
Fue difícil explicarle por qué pasaba eso. 002

Desde la Revolución (1959) en Cuba los canales los manejó el gobierno y por todo ese tiempo no hubo en Cuba canales dedicados a dibujos animados para deleitar los menores. La programación repleta de propaganda incluía todo lo que el gobierno decidía que ambos, los adultos y los niños, debieran ver, y a los horarios que ellos consideraban debían ser visto. La programación de los dibujos animados tocaba, por ende, a una hora determinada que en Cuba le llaman ‘la hora de los muñequitos’.

Pero como hablaba con un niño de casi 5 años, le respondí Cuba no tenía dinero para comprar programas a muchos países por el mundo. Le expliqué que el gobierno compraba algunos, pero la mayoría se hacían en Cuba. Y que los programas que Cuba tenía alcanzaban solo para dos canales.

De ahí nacieron otros “¿por qué?”, como siempre pasa con los niños, como por ejemplo, ¿y por qué porque todos los dibujos animados son rusos? (le dije porque hace mucho tiempo Rusia se los había regalado), ¿y por qué las películas del domingo no son rusas?, (le dije que porque los rusos no hacían muchas películas y esas Cuba se las había comprado a Estados Unidos) ¿y por qué en el televisor alguien siempre te explica la película antes que te la dejen ver? (le dije que al gobierno le comparar el mensaje subliminal de las películas americanas con el de la realidad de Cuba).

2– “¿Por qué debo dejarle mis ropas a mis amigos cuando me voy de Cuba?”

Algo que siempre me torturó fue llevar a Dennis con ropas bonitas y verlo que por mucho que escogía las peores ropitas, siempre era el mejor vestido de todo el barrio.

Creciendo, yo no teníCuba 331a nada. Mis zapatos me los hacía mi abuela de vinil o piel de algún sofá viejo. Todos mis chores y vestidos me los hacía ella también. Mi realidad antes de irme era la realidad actual de todos mis vecinos. Daba grima ver a los niños que no tenían ni zapatos para salir a correr al lado de Dennis que calzaba zapaticos de ‘princesito canadiense’.

Por ende, cuando nos íbamos, le dejábamos las ropas y zapatos que pudiéramos a mi abuela, para que los repartiera a los niños que le sirvieran y tuvieran ropas y calzados con que ir a jugar.

“¿Por qué debo dejarle mis ropas a mis amigos cuando me voy?” – preguntaba mi hijo. “Porque aquí ni con dinero se consiguen y allá donde vivimos las podemos volver a comprar.” – le respondía yo.

3- “¿Por qué te lleva la policía si compras carne de res a ese vendedor?”

Una vez vino un hombre a la puerta vendiendo carne de res. Era al parecer un hombre de confianza de un vecino en el que todos confiábamos. Así todo, la visita generó una algarabía y un secreteo que a mi hijo le llamó mucho la atención. Fue algo así como:
– (en secreto) “Abuela! Alcánzame el monedero”.
– “Que vende el hombre?” – Preguntó abuela mientras pasaba bayeta a la sala de la casa.vegetales by freeimages
– (en secreto) “Carne!”
– (en secreto) “Se te zafó un tornillo de la cabeza niña, no! Ni te vuelvas loca”. – Respondió algo asustada mi abuela.
– (en secreto) “Dale, que no pasa nada, alcánzamelo que no quiero pasar y ensuciarte el piso”.
– (en secreto pero como una especie de grito) “Ni se te ocurra! Que vas presa! Te lleva la policía en un santiamén!” – Y con un gesto de ‘lárguese de aquí’ abuela espantó al hombre.
Al irse, la pregunta de Dennis, que había estado escuchando atentamente desde el sofá, donde supuestamente el estaba coloreando, fue:
– “¿Y por qué te llevan presa si compras carne de res?”
– “Porque es ilegal comprar carne de res a los que crían vacas por su cuenta”
– ¿Así que en Cuba comer hamburguesa es ilegal?
– No si se la compras al gobierno en una de sus tiendas.
– Yo quiero hamburguesa.
– Te la haría con gusto hijo, pero ayer fui a la tienda y tampoco hay.
– ¿Y por qué no hay?
Y ahí murió su cadena de “¿por qué?” pues yo tampoco sabía por qué en la tienda, ni teniendo divisa, la carne de res no se podía comprar.

4- “¿Por qué en Cuba no nieva en el invierno?”

Algo que les causa mucha curiosidad a los niños más pequeños -sobre todo los niños como mi hijo que viven en el norte de este mundo- es el hecho que, en Cuba, durante el invierno no cae nieve. Es que, en pleno FebrerPicture 102o, ellos salieron de casa bajo nieve, se montaron en un avión que no podía despegar por el hielo, y llegaron a un país con un calor asfixiante, directo a disfrutar un calentísimo mar caribeño.

A los niños eso les parece tan raro como lo sería para nosotros los adultos montarnos en una máquina de tiempo.

¿Qué le pasó al hielo, preguntaba mi hijo de 5 años, ¿por qué en Cuba no nieva en el invierno?

Por eso, si viaja a Cuba con hijos pequeños, vaya preparado con un libro que hable del Ecuador, de la posición del sol y de las estaciones, para poder responder la longaniza de “¿por qué?” asociado con esto.

5- “¿Por qué no puedo enseñarle a mis amigos mi Nintendo DS?”

A Dennis le encantaba llegar a Cuba y salir a ‘mataperrear’ al barrio con los amigos de la cuadra. Al llegar, siempre quería enseñarle a sus amigos el último juguete que le habían comprado, lo cual era costumbre y muy normal en Canadá.

Pero yo tengo un mal recuerdo con relación a esto. Cuando yo era niña, una vecinita que se había mudado a España con sus padres regresaba al barrio todos los años, tal como lo hace mi hijo, a visitar a su abuela. La vecinita traía bellezas en juguetes y muñecas. Y nos las enseñaba a todas las niñas de la cuadra, que éramos pobres y sin posiIMG_4456bilidad de jamás soñar con juguetes y muñecas como esas.

A cambio, nosotros no teníamos nada que enseñar pues el único juguete que nos tocaba por la cuota al año no se comparaba ni con el juguete más feo que la vecinita traía de España.

Esa fue para mí, la primera experiencia de mi vida que me enseñó el sabor de la miseria.

Y el Nintendo DS de Dennis, podría ser esa la experiencia que le de a probar el sabor de la miseria a sus amigos del barrio. Sus amigos no podrían jamás soñar con comprarse un juguete como ese. A cambio del Nintendo DS, ellos no tendrían nada que enseñarle a Dennis.

Ya en esa fecha, incluso, habían quitado en Cuba eso del juguete al año por la cuota, y en las tiendas donde compraban los cubanos, ya no habían ni juguetes.

Con relación a esta, debo confesar, que mi pedido de no jugar con el Nintendo DS con sus amigos fue en vano. Niño al fin, Dennis le dijo a los amigos que tenía un Nintendo DS guardado en su casa, y los amigos le pidieron incesantemente que lo sacara y los dejara jugar con el juguete. A lo cual yo no me pude negar.

  6 – “¿Por qué no viaja Santi Claus a Cuba?”

Viviendo en Canadá, viajar a Cuba para escaparse del invierno brutal del norte tenía todo el sentido del mundo. Por eso, a mi hijo le tocó, por los años de los años, pasar sus navidades en Cuba, lo cual quería decir, sin recibir un juguete.

Al regreso a Canadá, los niños en la escuela comentaban y compartían los juguetes y todas las cosas maravillosas que ese año, por ser buenos, les había traído “Santi Claus”. Y por mucho tiempo la respuesta de mi hijo era:
– “Yo pasé la Navidad en Cuba, y Santi Claus allá no llega”Cuba 245

Entre ellos conjeturaban el por que. Decían que allá en Cuba había mucho calor para el traje de Santi Claus, o quizás el viaje era muy largo para los venaditos del trineo, o quizás los niños cubanos no se portaban bien durante el año?
Una vez, estando en Cuba, a modo de confirmar tales conjeturas, mi hijo me finalmente preguntó “¿Por qué Santi Claus no llega a Cuba?”

Y como el tema de Santi Claus es delicado, pues mi hijo cuando aquello, de 6 años, creía que Santi Claus realmente existía, la única respuesta que se me ocurrió fue: “Porque Fidel no lo deja entrar”.

Pero esto generó otro “¿Por qué? y muchos más “¿Por qué?” Terminé hablando con un niño de 6 años, de la realidad muy cubana arriesgando poner en riesgo su eterna convicción que Santi Claus era real.

Le expliqué, tal como si estuviera hablando con uno de 15, que desde el principio de la revolución cubana, Fidel prohibió la religión. Con ello, prohibió los arbolitos, los santos, las estatuillas, los rezos, la participación en las iglesias, y con todo lo relacionado a la tradición de celebrar la Navidad, lo cual incluye a Santi Claus.

La respuesta propició muchas otras preguntas y terminó en una gran tristeza pues, para él, parecía muIMG_6316y triste que los niños cubanos nunca hubieran recibido nada de Santi Claus. Fue una triste conversación pero un gran alivio para mi, que el trago de realidad no arruinó lo tanto que mi hijo creía en Santi Claus.

Desde esa fecha, cada vez que nos íbamos a Cuba, yo le dejaba compraba un regalo a mi hijo en Canadá. Y al regreso de Cuba yo le decía que como Santi Claus no podía ir a Cuba, le había dejado un regalito encima de su cama en Canadá.

7 – “¿Por qué hay que hablar bajito cuando hablamos de Fidel?”

Y de todas las preguntas, responderle esta a mi hijo, fue la más dolorosa. Esta precisamente arde en la médula de mis huesos, ya que es justamente la razón por la cual, de 20 años, yo me fui de Cuba.

Mi abuela siempre me decía que de quedarme en Cuba, de seguro yo iba presa. De joven, yo no quería hablar bajito cuando hablaba de las cosas que no iban bien en el país. Yo creía que la verdadera libertad de expresión era decir lo que unos pocos no quieren que muchos oigan. Pero mi testaruda creencia me exponía a grandes posibilidades de caer problemas con la ley.

Años después de irme de Cuba y luego de haber aprendido (y disfrutado al máximo) el valor de la libertad, regresaba de paseo a mi patria con mi hijo. (lea: Canadá, mas allá del frio)

Mi hijo, que ya estaba mas crecido, notaba que cuando temas relacionados con el sistema salían a relucir, yo hablaba bajito.

123Un día, el quería saber «¿por qué a los niños como él de 8 años ya no le daban leche?”. La respuesta que le di tuvo mucho que ver con la cuota que le dan a los cubanos, un tema enteramente comunista en el que, sin duda alguna, hubo que mencionar a Fidel Castro. La respuesta, le dejo mas ansioso por saber a que se debía aquella regla. Y me preguntaba cosas como: “¿A Fidel no le importa que los huesos de los niños crezcan fuertes?”, y entonces «¿por ser viejo Fidel no toma leche?»

Estábamos en la casita modesta de abuela, que los tiene vecinos bien pegados a la casa por detrás, a cada lado y como es de un pasillo, además tiene vecinos enfrente. Preocupada porque lo oyeran, le sugerí a mi hijo que habláramos bajito de esos temas.

A lo cual él respondió: “¿por qué siempre hay que hablar bajito cuando hablamos de Fidel?”.Cuba 334

Me regreso a mi infancia su pregunta. A los tiempos en que mi abuelo expresaba su odio por el sistema y mi abuela le pedía que hablara bajito cuando hablara de esos temas.

Me dio tanta tristeza responderle esa pregunta a mi hijo, que simplemente negué mi sugerencia.  Me partía el alma que por culpa de unos pocos mi hijo tuviera que, de pronto, no ser libre estando en mi país. Asi que le permití  hablar en el tono que deseara de Fidel. A fin de cuenta, además de ser un niño era también canadiense -y por ende, libre-.

De ser cubano como yo, no creo que hubiese actuado tan a la ligera, pues ninguna madre quiere ver a un hijo en problemas con la ley. No obstante, le sugerí que tuviera cuidado, pues eso es algo que muchos en Cuba no pueden hacer abiertamente.IMG_4647 Le advertí sobre todo, que hablar abiertamente de estas cosas con sus amigos cubanos pues los podría meter en problemas, ya ellos no son canadienses como él –y por ende- no son libres.

 En homenaje a El Día de los niños, 4 Abril del 2015, porque: «Expresar abiertamente lo que uno piensa es tener decoro, y hablar con decoro cambia el mundo».

Jocy Medina

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Con mi hijito Dennis, el amor de mi vida.
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14 comentarios sobre “Los 7 “¿ por qué?” de los niños que van a Cuba

  1. Como es lógico cada cual tiene sus vivencias y se pinta el mundo según ellas.Das por hecho que así es Cuba pero te aseguro que mucha gente no la ve así.Si bien coincido contigo en algunos aspectos no pasa así en otros.No se de que año hablas pero hace bastante tiempo que en Cuba no ponen muñequitos rusos,por lo menos como se hacía antes, hay animados de todas las latitudes y sobre todo americanos.Siguiendo en el medio de las comunicaciones cuando yo salí ( no e regresado mas) habían 4 canales: Cubavision, Tele rebelde, Multivision,Canal educativo, y otro que no se como se llamaba pero creo que era regional y no a toda hora.Otro aspecto que no estoy de acuerdo es que le das mucha importancia al aspecto material de la vida.Vivi por varios años en Perú cuando era niño y mis preguntas eran otras: porque había tantos niños que no iban a la escuela?porque tantos de ellos mendigaban en las calles?como aguantaban el frío con la poca ropa que tenían?Recuerdo como dos de ellos(supongo hermanos por el parecido)dormían en el portal de un negocio que estaba frente a mi casa.Cambiando de contexto, hace unos años en Italia, 5 o 7 niños me asaltaron, el mayor era una niña que no llegaba a 14 años, tiraron mi pasaporte una cuadra mas abajo, una semana después la policia los detiene y le dicen que querían comprarse un Atary, por supuesto con lo poco que me cojieron no les alcanzo.Ya ves compatriota cuantas realidades distintas vivimos que nos desdibuja una realidad diferente a todos.
    Releyendo antes de enviarte mi comentario hubo un momento que me parecí a mi mismo un defensor a ultranza de la ideología del gobierno, disculpa pero te aseguro que no es así, a mi también me gustaba hablar alto y en más de una buena me metí.

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    1. Genial su comentario amigo. Tiene toda la razón, no especifiqué el año claramente. Mi hijo tiene 15 y eso me lo preguntaba cuando tenía 5. Ya hay 4 canales, pero cuando aquello habían 2. Tiene mucha razón con relación a las preguntas que los niños hacen por el mundo. Viví en Kenya por 2 años y no me quiero imaginar que preguntas hacían aquellos niños que tenían que inhalar gomas para matar el hambre. Kenya e India es de lo peor que he visto, pero también viví en México, cerca de ‘nuestro patio’, donde los niños seguro preguntaban las mismas cosas que cuando usted de pequeñito vivía en Peru. No sabe cuánto quiere ‘mi pluma’ comparar con las vivencias de otros por el mundo cuando escribo. Pero cada vez que ‘mi pluma’ se sale con la suya, me releo, y me suena injusto. Me suena injusto para Cuba, porque el hecho que otros vivan peor no le quita el merito de triste a lo que los cubanos vivimos en Cuba. Por eso no sale, ni Kenya, ni India, ni Mexico. Tengo que buscar la forma de, un día complacer a la pluma, y traerlos al blog.
      Muy lindo su comentario amigo. Gracias por leerme. Es un honor.
      Jocy Medina

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        1. Senadora de Cuba, amigo Blas! ya te extrañaba! Senadora de Cuba eh? Mejor Senadora de las que ‘cenan’ y así cenamos un día juntos yo, usted y su nieta Helen 🙂

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      1. Hola
        Que relato mas bonito!
        Me puedes ayudar tengo unas dudas.
        Yo soy chilena , llevo 10 años viviendo en España , tengo 2 peques 2 y 4 años . A mi marido le a salido una oferta de trabajo en Cuba . Hemos estado de vacación, pero este viaje ya no será igual.
        Me podrías orientar un poco .
        Ejemplo :en la educación, donde estaríamos mejor viviendo .
        Un saludo

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    2. Amigo Polveira, en cuanto puedas entra otra vez y di quién eres, así es como comenzarás a vivir tu propia vida y abandonarás la nodriza revolución castrista. En serio, hazlo y verás la diferencia. es como volver a nacer. Blas Anaya, Editor de CubaenVivo.Net, Miami, Florida USA 305 998-6070

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  2. Se extraña a Jocy en CubaenVivo.Net

    Jocy, ¿qué te ha pasado mujer? ¿Por qué te divorciaste de CubaenVivo.Net? ¿Te divorciaste de nosotros?..

    Los escritos tuyos que ya habíamos publicado están entre los de mayor popularidad en nuestra revista.

    Blas Anaya, Editor CubaenVivo.Net, Miami Florida

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    1. Nunca nunca nunca divorciada de CubaenVivo.net…. me encanta su espacio. Eso jamas!
      Con todo el gusto del mundo siga publicándolos, y repartiendo este pedacito de nuestra patria a todos sus lectores. Y si hay algo que deba hacer para regresar avíseme Blas…. aunque de ahí, que conste, yo nunca me fui!

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  3. Sera todo lo que me martillaron el tener que serlo, tantas veces en contra de mi voluntad, recuerdo que de pequeña no tenia opción, era obligado ser pionera, estar con el comunismo, y ser como el Che que se dice que el mismo Fidel mató. Ha sido un placer compartir con mi hijo estas vivencias, por ya 15años… lo curioso es que, sus preguntas siguen, son miles, pero escogí las 7 que creí mejores para buenos lectores como usted. Gracias por leerme Emil.
    Jocy

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  4. Woow, me eh pasado horas leyendo tus historias acerca de cuba, y la verdad quisiera poder contactarte ya que me voy a ir a vivir a cuba porque mi esposo va hacer una especialidad en medicina alla, y lo que realmente me preocupa es mi hija de 5 años…. espero poder platicar contigo.. Gracias..

    Saludos desde Mexico

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    1. Ana que lindo tu comentario. Sin miedo. Cuba es el país mas seguro y encantador para llevar a un niño. El único lugar en el que he vivido donde son la verdadera esperanza del mundo. Tu hijita te hará preguntas como me las hizo mi hijo. Pero aprender siempre engrandece y las respuestas, por duras que sean a veces, son no mas que educación para nuestros hijos. Mucha suerte en tu viaje. Espero que te puedas conectar desde allá y podamos seguir conversando. Aunque estando en la Cuba completa supongo que no necesites este «Pedacito de Cuba» virtual para aprender de ella. Un abrazote. Jocy

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  5. La verdadda son muy interesante las historias que cuentas de cuba muero se ganas de conocerla.. por otro lado el dia lunes vamos a ir a la embajada cubana a tramitar la visa de estudiante de mi esposo le toco estar en pinar del rio haciendo su especialidad, solo que leyendo foros en internet dicen que los niños extranjeros no pueden estudiar en todas las escuelas, ojala y no sea cierto, tu no sabes nada al repecto?

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