El carro había frenado delante de una tiendecita despintada con una puerta rota pues Dennis había pedido agua. Alguien en el carro me extendió 1CUC para que yo me bajara y fuera a preguntar si había agua.
- Nosotros tomamos cualquier agua. – dije a mi familia.
- ¡No! Estás loca. Hay cólera, todo el mundo hierve el agua. Ustedes tomen “agua buena”.
- ¿Cólera? ¿Qué eso? – me preguntó Dennis.
- Una enfermedad que te deshidrata y si te hidratan, te mueres.
- ¿Pero que eso mamá, tomar agua aquí te puede matar? Y como es que no haya una palabra con que decir que algo es “asustoso”?
El comentario generó risa en vez de empatía. Dejé a Dennis protestando para irme a la tiendecita. Allá adentro una corta hilera de pomos sobre un estante sugería que solo quedaba un pomo de agua. No había cola pero había que esperar, porque las dos tenderas habían escuchado el discurso y aún debatían la noticia.
- Y si quitan el bloqueo, no tendrán más a qué echarle la culpa por el daño que nos ha hecho este comunismo por más de medio siglo. -dijo tendera 1.
- Pues no lo van a quitar, porque el dinero habla, mija. Tú no ves que el bloqueo ha convertido a Estados Unidos en el gran exportador de productos a Cuba. ¿Tú has visto las cifras del comercio de este país? – respondió la tendera 2.
- Permiso. – Dije yo.
Ambas me miraron con cara de mamá cuando el niño la interrumpe.
- Precisamente por eso lo digo, si lo quitan importamos más y aquí no pueden seguir apretándonos la tuerca. –prosiguió la tendera 1.- El libre comercio le da riendas a sistemas tan amarrado como este. Fíjate, lo mismo que pasó en China.
- Pero no lo van a quitar, porque los cubanos de allá afuera no quieren, y los americanos tienen muchos otros países a quienes exportarle, que les importa a ellos Cuba. – respondió tendera 2.
- Permiso. – Volví a decir yo.Esta vez ni me miraron.
- Al no ser que detrás de todo esto exista algo que de pronto les haya despertado el interés a los americanos. – dijo tendera 1.
- ¿Algo como qué?
- Petróleo. Si encuentran petróleo en Cuba el bloqueo se va a bolina y veras a los americanos baboseándose todos con nosotros. Esta tienducha de mierda se nos convierte en un MacDonald de un día para otro. – respondió tendera 1.
- Mi niña me das un pomo de agua. – Insistí.
- ¡Pero chica que persistente eres! ¿No ves que estamos hablando? – dijo tendera 1 revirándome los ojos pero levantándose para alcanzarme el agua.
El “agua buena” refrescó la sequedad en la garganta que había provocado un servicio tan indolente.
- Si se les convierte en un MacDonnald esa tiendita, a esas dos las despiden de primeras. – Le comenté a los del carro.
Seguimos el camino, y cuando el verde eterno se tornó en un gris cemento, y las hileras de palmas se convirtieron en majestuosos edificios coloniales y el viento puro que azotaba mi pelo se pintó de más negro, todos supimos que habíamos entrado a la Habana.
Continuará…
Por Jocy Medina, para un Pedacito de Cuba
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“Amigos del Enemigo”: Es una novela diario que retrata lo que se sintió en los barrios Cuba a raíz de reanudarse las relaciones entre dos grandes y viejos enemigos (Cuba y Estados Unidos). Ofrece vívidas imágenes de cubanos en medio de su lucha existencial por ser feliz, en una sociedad que se hunde en los oscuros pozos del turismo sexual, la prostitución, las carencias, la violencia, las restricciones y el auge del uso de las drogas. Son historias que a golpe de amor, ron, baile, y sexo, no solo reflejan crudas realidades de la actualidad cubana sino también la alegría, coraje, picardía e inteligencia de los cubanos para salir adelante. Es una historia que explora lo que podía pasar en Cuba a raíz de las nuevas relaciones con los Estados Unidos, a través de opiniones que se balancean entre la esperanza y desesperanza de que en Cuba la situación mejore.
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