Habana Dura no solo explora el engranaje de la sensualidad y la sexualidad en Cuba, sino que explora el lado más profundo de los hombres en sus relaciones, no solo de pareja, sino con todos en su vida. No en balde, a pesar de la protagonista ser una mujer, la mayoría de sus lectores son hombres. En la reciente crítica por Renato A. Landeira él dice que “Habana Dura es la historia de la inútil persecución del hombre frente al capricho femenino” y yo, que soy mujer, digo que es la de la erosión de la feminidad frente al capricho de los hombres. Pero aunque yo y Renato queramos pasar horas halando él para la izquierda y yo para la derecha en cuanto a esto, en el medio coincidimos que esta historia relata el juego de caprichos en el truco del amor.

Y en ese juego, la novela relata las relaciones entre María y lo que son, como bien dice Landeira, «sus seis hombres»:

• Su padre – Juan Manuel (cuya sobreprotección la hace huir de casa)
• Su primer amante – Camilo Tamayo, el militar, hombre casado (quien se desvive por ella)
• Su tío, Sandro (quien la destruye de por vida)
• Luciano, un turista italiano (quien queriéndola tener la salva una y mil veces)
• Rogelio, un turista español (quien quiere comprar su sexo a 5 dólares la libra como si ella fuera una pierna de jamón)
• David, un diplomático inglés (quien siempre pareció ser una salida a todo eso)

De esos seis hombres nacen estos grandes secretos de los hombres:

• Secreto # 1: Amamos en tres dimensiones y llega el momento en que una vida sexual genial nos es insuficiente.

  Lo dijo Luciano, el italiano que dio todos los síntomas de estar atravesando por una crisis existencial de vida, casado ya por 20 años con una mujer que lo amaba pero no como él quería que lo amaran, haciendo todo lo posible por encontrar una manera de sentirse vivo. Luciano, más allá del sexo, necesitaba conexión emocional e intelectual, demostrando que al hombre, al faltarle una de las 3 dimensiones encuentra de lo que carece en otra mujer. Simple.

 

• Secreto # 2: A veces no sabemos cómo es que ahuyentamos lo que más queremos:

  Los hombres aman con una especie de amor duro pero aman tanto como puede amar una mujer, aunque su forma de expresarlo sea a golpe de machete, como la de Juan Manuel, pecan porque a veces ese amor es el que ahuyenta a la persona que aman en busca de salidas. En el caso de María, hostigada por tanto amor a golpe de machete, ella huyo a la Habana y terminó en manos de exactamente quienes Juan Manuel siempre temió que ella terminara, de aquellos hombres que él siempre quiso cortarle no solo la cabeza sino, también los huevos. Aunque María dejó Buenaventura porque su padre la hostigaba, su historia explora el infinito amor de un padre que machete en mano es capaz de ir a reclamarle la cabeza a quien represente un daño para su hija y dentro de la eterna rebelión en que se basa casi toda la novela, muy sutilmente la vida al final demuestra que las hijas llegan a entender esa rara forma de amor duro que viene de sus padres.

 

• Secreto # 3: Pecamos de infieles pero no lo somos banalmente:

  La novela, una y otra vez demuestra que como bien decía Camilo el militar, un hombre casado que dejó derretir la vela de su entereza por los calurosos avances de María, “el anzuelo de desearnos es lo que nos engancha”. Para Camilo no era un cuerpo de mujer (ese solo atrae) sino el desearlos lo que engancha a un hombre para siempre.

 

• Secreto # 4: Más que amor, necesitamos que nos necesiten:

  Este es un concepto raro para tantos, pues necesitar lleva una connotación de dependencia, que a su vez trae una connotación negativa. Pero al hombre el amor a veces no le es suficiente, ellos necesitan que, en el mejor sentido de la palabra, una mujer los necesite como apoyo, que la mujer sepa como dijo David el inglés “que aunque yo no estoy, estoy”. El inglés enamoró a María dándole grandes dosis de lo que ella necesitaba pues según él los amores verdaderos duran cuando en la pareja uno al otro se dan lo que necesitan, no lo que el otro quiere. David se lo dijo todo cuando le preguntó a María “¿ahora que estas triste, que necesitas de mí, un dulce que te guste o un abrazo?” Ella escogió un abrazo, y como él fue experto en ese juego de cubrir necesidades, conquistó lo que al principio de la novela parecía inconquistable.

• Secreto # 5: Nos comprometemos solo con quien nos inspira cambio:

  Ellos no solo con la que le mueve algo debajo de los pantalones, porque para los hombres cambiar libertad por cotidianidad no es un juego justo. Para muchos, cambiar libertad es solo justo a cambio de grandes dosis de crecimiento personal. Hay lectoras de la novela que tildaron a David de cobarde cuando él no ‘definió” la relación con María antes de irse de Cuba para siempre, y como que la dejó ir a manos de otro. Y sin dudas, a simple vista eso es lo que parece, un cobarde. Pero los hombres no son tan cobardes como los acusan ser. Algo muy hormonal dentro de ellos entienden el valor de su libertad y no la ponen en juego hasta que ese juego sea del todo justo. Algo que la mujer de hoy en día, en mi opinión, tiene mucho que aprender de ellos.

Jocy Medina

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