María iba montada en una guagua típica de un viernes por la tarde. Iba rumbo al Hotel Nacional, tratando de divisar lo poco de ciudad que podía ver entre el amasijo de gente. Delante de ella, un andrajoso, muy barbudo, con ojos llenos de cataratas, gritaba cosas. Hablaba sobre su carrera como piloto. Yo quería... Leer más →