Paraíso a lo cubano

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En este Paraíso, cuando la noche cierra su telón, todo queda a oscuras. Y no por falta de estrellas, sino por los eternos apagones. Aparecen los quinqués y las caras semialumbradas de gente que quiere seguir viendo. Y cuando las pupilas finalmente se adaptan a la oscuridad, descubrimos raras maravillas en los criminales, que diga, personajes de esta novela.kissman

Una novela de olores y obsesiones, donde triángulos amorosos generan huecos existenciales en la vida de las cubanas. Relaciones en las cuales reinan el acoso, el abuso. La búsqueda incesante de la pasión, en corazones que no corresponden. Una novela donde una mujer enamorada puede desvestirse ante el pintor que tanto la desea o una loca celosa quiera quemar al novio con gasolina y fuego.

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Así todo, es un Paraíso de noches inertes, en las que transitan carros viejos por oscuras avenida, cuando hay gasolina, y radios rusos sintonizan el romántico programa de Nocturno, cuanto se consiguen baterías.

En cuanto llega el día, en este Paraíso toca navegar penumbras reales de esta gente: las de resolver, conseguir, inventar y ser, en un escenario donde lograr esas cuatro cosas, además de difícil, está penalizado. Aquí la gente no solo rompe la ley, sino que la crea y la recrea hasta que obtiene algo. Y es que acaban de anunciar el “Período Especial en tiempo de Paz” de los años 90 en Cuba, que trae todo, menos paz. Y paz es lo único que pide Dalia, una joven que como no pudo la deportista que quería, no quiere ser nada.

Pegada al noticiero, ella siente que la fortaleza de su entorno se está desmoronando. Y el derrumbe no lo causan solo los huracanes, sino el sistema socialista del soviético que anuncia su derrumbe y deja a Cuba en, además de hambre, pánico. Y como de pronto para comer hay que romper la ley, todos andan buscando una manera de lograrlo. Hasta la tenencia del dólar americano, la única moneda que lo compra todo, implica años en la cárcel.

En este Paraíso, según Fidel Castro, “hay que resistir”. Algo que en término popular cubano no queda de otra que traducirlo como: vender sexo a extranjeros, casarse para vender cervezas que el Gobierno concede a los recién casados, vender mermelada de guayaba sin permisos oficiales, falsificar documentos para vender arte a los turistas, robar azúcar, robar pintura, robar de todo. Los delitos menos vistos en otros lados del mundo, conforman el rejuego oficial de sobrevivencia en el entorno cubano.

01-book-soft-mockupAquí son pocos los delitos que cuentan como crímenes reales. Los desviados (homosexuales, jineteras, religiosos y contrarrevolucionarios) terminan guardados en centros de rehabilitación hasta “que se curen”. Los que roban ya no caben en las cárceles. Pero para un cubano, el único delito que realmente pesa es el abuso. Abusa quién vigila, manipula, o chivatea. Ese, paga con su vida.

Llegan de esos turistas que miran a la isla desde otras galaxias, y se niegan a creer que esa tierra soleada, bañada por tanto mar y cundida de tantas palmas, sea un infierno para tanta gente. Del tipo de turista que entra y sale de Cuba sin poder decir que la conoce. Ilustra las calles, olores y dolores de ese hueco existencial que impone el Periodo Especial en los cubanos. En ese hueco vive Dalia, una joven cuyo único deseo real es serle invisible al mundo. Que, tratando de vivir en paz, transmuta día a día, como máquina mitad natural, mitad incoherente, ante la histérica realidad que vive.

Y después de ser todo eso, Un Paraíso a lo cubano es una novela de amor, del tipo de amor que, como dice la canción, “obsesiona a un hombre por una mujer”, del que no suelta cuando muerde. Para Dalia, cada amor cuenta como una tara diferente. Y trata sobre el precio que paga una mujer cuando la infatuación masculina aclama ese triángulo mágico llamado “la vagina”.

La novela lleva de todas esas tristezas que la gente pretende que no sufre, pero que lleva tatuadas en la piel. Nos pasea por el paraíso que inventamos para no admitir que vivimos en un infierno. La Habana, es solo uno de ellos.

Jocy Medina.

porque hay lágrimas que, si no las lloramos, nos oxidan el alma.

Julio 2017

Ya pueden ver el tráiler de la novela Paraíso a lo cubano

 

Diciembre 2016

Ya la novela fue enviada al editor de la novela, el genial Joaquín Nuñez Quincot, de Venezuela. Y ya casi casi tiene nombre! Estamos debatiendo entre Habana Paraíso, Mil Delitos o Paraíso a lo cubano. Dicen los lectores en Facebook que les gusta más la última. Ya veremos.

Ante la constante necesidad de conseguir, resolver e inventar en esta novela, las neuronas de los personajes jamás descansan, y mucho menos las del lector

…dijo un lector después de leer los primeros capítulos que compartimos en el blog.

Noviembre 2016

Anunciando la novela que acaba de nacer… un video para mi gente linda, desde Vancouver, 2016