Escribo como si fueses a leer lo que escribo. Aunque ya no existas.

Te cuento me invento una gran vida contigo para llegar a ti.

Me encierro en el globo que existes.

Allí apareces. Alto, tierno, abrazándome con uno de esos abrazos que trituran tristezas y devuelven la vida.

Me deseas un lindo aniversario por la mitad de la década que debió haber sido el comienzo del próximo siglo al que le llame “un para siempre contigo”.

En este globo, ya no hace frio.

Te arrodillas y te enlazas a mi cintura, como iman a mi vientre y quisieras oír la respuesta que la vida jamás te dio. Soy yo. Allí vibras y no hay otro latido en la tierra que te haga vibrar como lo logro yo.

Sientes que el globo se convierte en la casa y la casa se convierte en hogar.

Yo, más hundida que nunca en el globo, sin agua ni aire, pero donde ya no asfixia la soledad…. que crees que hago?…

Entierro en mi pecho el cuchillo con que dices romperías el látex de este mundo bonito, rosado, y nos sacarás a la realidad.

Tus lágrimas caen pero tus ojos no lloran. Estas helado. Caigo en tu abrazo tendida como mismo lo estuve toda la vida.

Ahora sí que más nunca te vas.