La única cosa que podría liberarte

Veo que cuando llega la tarde
sientes ganas de crecer más alto que un gigante
Y tan alto vas que te notas tan pequeño
y en la tierra jamás logras encontrarte.

Veo que, por mucho que quieras salirte, hace mucho que ya entraste. Y hay quien dice que por mas que quieras de allá adentro no se sale.

Yo no les creo, hijo mio. Por eso estoy aquí afuera las rejas que escogiste. Vine a esperarte. Y vine a pedirte, la única cosa que podría liberarte:

Perspectiva
cuando el destino en vez de paz te traiga desaires
cuando el veneno de una planta respire tu aire
cuando alucines que le bailas al diablo un último baile

Perspectiva
como quien por callar ni otorga ni dice una mentira
como quien por ganar nunca mata a la persona más querida
como quien por morir jamás entrega su propia vida

Perspectiva
para que te cuides con lo que quisieran cuidarte mis dos manos
para que te lleve la brújula a donde mis sueños no lo lograron
para que camines por valles y jamas sobre pantanos

Perspectiva
para que en días de guerra siempre pases la prueba
para cuando choques con la pared la vida te la mueva
para que la hora final siempre genere una nueva

Perspectiva
para cuando llores queden flores para llorar otro día sobre ellas
para cuando trates logres todo lo que quieras
Y para cuando mires arriba siempre te queden las estrellas.

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6 comentarios sobre “La única cosa que podría liberarte

  1. Bello poema este; mi olfato de abuelo huele detrás de estos sentidos versos a tu hijo, Jocy.
    Ruego a Dios que no llegue tarde a su destino el cariñoso látigo de esta canción. Blas Anaya, Miami, Florida USA

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