Madre cubana: por qué sus hijos la creen la mejor del mundo?

Si en algo coincidimos los cubanos es que todos tenemos “la mejor madre del mundo”, pues tenemos una madre cubana.

Hay madres impecables por todo el mundo, pero lo cierto es que, no hay piedra en el mundo, por inmensa que sea, que una madre cubana no mueva por un hijo. Yo he vivido en 5 países y viajado a más de 20. En esa trayectoria he conocido a muy buenas madres, pero como población, no he conocido a un país con madres del calibre de las de Cuba.

En ese grandioso título de madre, los cubanos incluimos a nuestras abuelas, que por quedar encima de la pirámide de nuestras familias, son nuestras reinas. El poder del amor de una abuela se calcula multiplicando el número de hijos que ella tuvo por el número de hijos que sus hijos tuvieron. Después ese número se multiplica por un millón, que son las veces al día que una abuela se preocupa por sus hijos y sus nietos.

Lea a una buena madre cubana (y tía) en acción en la novela cubana «María Mariposa»

Hay 5 poderes que tienen las madres cubanas, que hacen que, para los cubanos, ellas sean lo mejor que nos pasó en esta vida:

1. Maga en la cocina

El mayor mérito de la madre cubana es que por siglos ha magistrado este arte en situaciones en las que el arte de la sobrevivencia prevalece. Es fácil hacer una buena cena a los hijos diariamente cuando se tiene de todo. La madre cubana, sin recursos saca comida para los hijos, como por magia, de donde no lo hay.

Creciendo, recuerdo a mi madre y abuela siempre guardando las poquitas postas de pollo que daban para mí. Muy abuela, por años para que sus hijos y nietos comieran, ella solo comía el alita del pollo. Crecí oyéndola decir que esa era la única parte del pollo que le gustaba. Luego cuando la situación económica en mi casa mejoró, entendí que la parte que más le gusta es la pechuga, y que por años no la comió.

“Mamita, ¿te quedaste con hambre?” – me decía mi abuela después de la comida. “¿Quieres que te haga otra cosa?”

Y yo sabía que en casa no había “otra cosa”. Así que pedir que me cocinara “otra cosa” no era una opción. Pero que tortura para una madre cubana es ver que su hijo no se llenó. Así que creciendo aprendí que había que tener mucho cuidado a la respuesta se le daba a esas preguntas porque tenían el poder de romperle el corazón a mi abuela. Si yo nada mas le decía que me había quedado con hambre ella sufriría una inmensidad.

2. Más halagadora que el espejo de la bruja de “Blanca nieves”

Igual que para los cubanos sus madres son las mejores del mundo, para las madres cubanas sus hijos son lo mejor del mundo. Y no se lo guardan para ella, constantemente se lo repiten al mundo. Puede que los hijos tengan algún defecto, y ellas hasta puede que admitan que sus hijos tengan algún defecto, pero a ellas le interesa ver y hablar de esas pequeñas cosas que tenemos todos los humanos que siempre nos hacen ser el mejor.

No había día que yo no saliera de mi casa que mi abuela no me dijera lo linda que me veía. Y si algo me quedaba mal me lo decía también para que nadie pudiera decir que yo me veía fea.

Además, nuestras madres cubanas, tienen poderes reales para santificar a sus hijos. Halagan con más poder e intensidad que el mismísimo espejo de la bruja de “Blanca Nieves”. Y es ese poder, a veces, es el que hace que los hijos enderecen su curso de vida y se hagan hombres de bien, seguros de sí mismo, con la capacidad de ofrecer la misma intensidad de positivismo al mundo. Es algo a los que los psicólogos les dan nombres como psicología en reversa, o reafirmaciones positivas. Para los cubanos, es único nombre que eso tiene es: mamá.

Los cubanos no es que anhelen hacer orgullosa a su madre, ellos anhelan nunca dañar ese gran orgullo que ellas sienten por ellos.

3. Cariñosas a morirse

Desde que naciste eres su vida, su reina (o rey), su amor, su cielo, su corazón.

Mi abuela siempre decía que yo era “su pedacito de carne con ojos”, “la vida de su vida”. Cada cubano recuerda algo que su madre y abuela le decía. Frases con las que ellas acuñaban en nuestras almas el inmenso poder de su amor.

Mi mamá no es de las más expresivas con palabras pero sus muestras de amor son más fuertes que cualquier cosa que alguien pueda decir. Ella demuestra amor con acciones. Porque para ella, las palabras son el anuncio de los sentimientos pero las acciones son la firma del amor.

No hay momento difícil de mi vida que mi mamá no haya estado ahí conmigo y por mí. No hay momento difícil que yo no sepa que pueda contar con mi madre para sobrepasarlo. Y ¿Así quien no crece hombre o mujer de bien? ¿Así quien no tiene un corazón inmenso con que amar todo y a todos en el mundo?

4. Sus bebés nunca crecen

Ellas son la disciplina de la casa. Ellas son las que exigen, se imponen, chequean, justifican, regañan, castigan y a veces son las que dan el pescozón. En tanto, son expertas en hacer parecer que sus regaños parezcan amor.

Y un día, cuando creciste, creíste que todo eso iba a parar, sobre todo los pescozones si hacías algo mal. Pero pensaste mal. Ninguna de esas muestras de su amor terminan cuando un hijo crece, porque para una madre cubana, su bebe de bebé de 40 años, nunca creció. Para bien o para mal, ni a una madre, ni a una abuela cubana, les llega el día en que ellas se dejan de preocupar.

Las madres cubanas quieren verte siempre feliz y por ello luchan hasta que el pulso ya no les late. Incluso después de idas, ellas están ahí contigo, en un lugar de tu corazón que ellas mismas moldearon para asegurarse que tu siempre las tuvieras. Y creces y te sorprendes a ti mismo cuando dices las mismas cosas a tus hijos que ella te decía a ti. Y te das cuenta que así es que las mantienes siempre presente, cercana, y por siempre orgullosa de ti.

5. La mejor curandera que puede tener un cubano

Las madres cubanas son además, curanderas para lo que sea que un hijo padezca. Curanderas de las que curan y que sienten la herida de sus hijos como si la tuviera ella en su propia piel. No hay nada mejor que un consuelo dado por una madre cubana. Junto a ella todo duele menos porque todo dolor cuando es compartido duele la mitad.

Ver sufrir a un hijo es lo peor que le pueda pasar a una madre cubana. En muchos países a donde yo he ido, he oído a muchas madres decir que las consecuencias de los actos de los hijos, solo los afectan a ellos. Para las madres cubanas, tales consecuencias, los afectan a ellos y las matan a ellas.

Las madres cubanas se han visto morir por el sufrimiento que causa el ver a un hijo su sufrir. Como se han visto que la visita de un hijo al que no veían por mucho tiempo han sacado a una madre cubana de un estado de muerte (lea la historia de Mirabel, cuando su hijo, un médico cubano en Venezuela, la fue a visitar).

FELIZ DIA DE LAS MADRES

A las madres cubanas se les debe que el mundo se quite el sombrero ante el buen corazón de los cubanos. Ellas no solo hicieron ese corazón sino que con los años lo moldearon hasta tornarse en el de un ser humano familiar, honesto, humilde, cariñoso, alegre, y todas esas cosas lindas que son los cubanos.

Eternamente agradecidos por todo eso, esa es la razón por la cual para todo cubano, su madre es sagrada.

Y este es un punto clave para que las relaciones entre cubanos, o de extranjeros con cubanos funcionen. Los cubanos viven eternamente enamorados de sus madres y eso nunca va a cambiar. Las relaciones con cubanos que interfieran con este amor rara vez funcionan. En este Pedacito de Cuba encontrara muchos cuentos, artículos e historias reales que hablan de este tema, pero hoy, yo solo quiero extender un gran «Feliz Dia de las Madres» y gracias por existir.

Y mis felicidades no solo van a las madres y abuelas cubanas, sino también a nuestros hijos cubanos, que han sabido por siglos hacernos sentir como la persona más dichosa de este planeta.

Y gracias siempre por leerme!

Jocy Medina

Dedicado a mi ángel, mi amiga, mi súper héroe: mi mamá

 

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